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(Instantáneas urbanas)

Imagen: Zdzislaw Beksinski

Es el momento de conquistar la ciudad. En las sombras susurran las voces que regirán el destino de muchas vidas. Vidas que ni sospechan que tantas de sus decisiones son pautadas con anterioridad como si fuesen las piezas de un juego de ajedrez y un par de manos invisibles, con motivaciones puramente egoístas, las moviera hacia un inevitable e inminente jaque.

ES EL MOMENTO DE CONQUISTAR LA CIUDAD. La orden llegó a destino, los mecanismos se han puesto en marcha para asegurar la victoria y que el tirano quede satisfecho. Esa es la única ley verdadera, el decreto que justifica cualquier motín o derramamiento de sangre, la utilización de cualquier estrategia sin importar valores morales, éticos, filosóficos o religiosos. El tirano ha de ser satisfecho, ese es el único fin de la conquista.

Eselmomentodeconquistarlaciudad. Abrelosojosyloúnicoqueveesviolencia. Susojosabsorbendestellosdeimágenesquevanpudriendosumentesucuerpocaptasensacionesquenocoincidenconlasimágenesqueve. Imágenesdesexoimágenesdemuerteimágenesdeunpasadolejano. Sensacióndedolorsensacióndemiedosensacióndedolor. Miedoterrordolorascodesasosiegodesesperación. Elplacersedesvanecióhacemuchotiempoyahorasóloexisteelvacíoyeldolorelterrorelpánico. Losmomentosdesilencioyoscuridadsonlosúnicosoasisalosqueseaferraparanoterminardeperderlarazón.

“Es el momento de conquistar la ciudad.” El mensaje grabado por una voz masculina en el contestador de Constanza Ríos fue oído por última vez y borrado con sólo presionar una tecla. Como si nunca hubiera existido.